viernes, 17 de junio de 2011

De cero a cien

Es increíble lo rápido que puede cambiar nuestro estado de ánimo. Sin apenas darte cuenta, en milésimas de segundo, sientes que eres otra persona totalmente diferente. No sabes como ha ocurrido, pero tu cerebro ha empezado a segregar tanta oxitocina que la euforia te secuestra. Te lleva a un mundo paralelo, donde no existen los miedos, donde no valen los peros. De repente, subidón.

Es increíble como igual que aceleras, con la misma rapidez, frenas en seco, estampándote contra tu rabia. De repente, la ira te desata.

Es una carrera sí, pero emocional. Goleman le llama explosión emocional. Tienes tantas neuronas interconectadas a la vez en tu cerebro emocional, que no dejan que el neocórtex (cerebro racional) intervenga. Están demasiado ocupadas en enviar a tu cuerpo órdenes del tipo: ¡Aumenta tu rítmo cardíaco! ¡Respira más fuerte! ¡Mueve tus músculos! Y de ahí que tengamos la sensación de pérdida de control. ¡Si es que estábamos viajando en el coche fantástico y no teníamos ni idea!

La raíz de esta explosión está en nuestra memoria emocional “Dícese de la parte central de nuestro cerebro emocional (amígdala e hipocampo) que almacena toda la información referente a nuestras emociones”, desde hace ya unos poquitos millones de años. Es también la base del neocórtex, o cerebro pensante, el cual se desarrolló algo más tarde.

Cualquier percepción que recibas del exterior a través de los sentidos llega primero a esta parte del cerebro emocional, y sin ser conscientes de que hemos procesado la información, la memoria emocional la reconoce y determina su agrado o desagrado al respecto antes de que ésta pueda ser analizada por el cerebro racional, que es la parte consciente (neocórtex). Paralelamente al recorrido de la información hacia la parte emocional, pero por otra vía un poquito más larga (lo suficiente como para haya una diferencia entre ambas) esa misma información viaja al neocórtex donde se analiza, se contrasta con otras informaciones, se elabora una opinión al respecto, y se determina una respuesta racional y adecuada a la misma.

¿Conclusión? Razón y emoción pueden coincidir o no en opinión.

Y si emoción dice a, y razón b ¿qué pasa? Pues que nos toca hacer de mediadores, y jugar con las interconexiones que hay entre ellas para llegar a un acuerdo. Y es que como todo o casi todo en la vida, los extremos rara vez son buenos.

Antes le tenía tirria a la razón, la creía aburrida, monótona. Rompía mi esquema del mundo, mis pequeñas locuras, aquello que creía tan mío. Me sentía pura emoción, tanto que aún estando al borde del precipicio, las disfrutaba o sufría con toda su intensidad. Ahora pienso que una era adicta inconsciente a la adrenalina. Viviendo al margen de toda razón casi me convierto en una kamikace.

Por eso prefiero consultar a la razón. Y le estoy cogiendo el gustillo a eso de controlar de mis emociones, que no quiere decirse que no las deje salir, que conste. Pero las llevo firmes. A las 10 en casa, nada de carreras, y si se ponen tontas, se quedan sin coche.

¡Que para dar órdenes, ya estoy yo!

:)

pd.- Aún así.. a veces me siguen cogiendo las llaves..


3 comentarios:

  1. Me encanta tu entrada (sobre todo porque una, que ya es un cuarto de psicóloga, se entera de casi todos los términos). Te veo con medio pie en mis asignaturas Jacinta, que aquí nos las gastamos entre emociones y ciencia exacta durante 24 horas al día, 7 dias a la semana...
    Encantada estoy de aprender más sobre las emociones, que controlar algo conocido siempre resulta mucho más sencillo y no por ello menos divertido. Mientras tanto, con mano dura, que con lo 'sargenta' que solías ser para mandarme a por las cosas al almacen, me sorprendería que esto se te resista, ñam!

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  2. Un día, decidí dejar de ser kamikaze para pasar a ser prudente y el tiempo me dió la razón, valga la rebundancia.
    Que dejarse llevar totalmente no siempre es tan bueno como dicen..

    Fantástica entrada :)

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  3. ¿Sargenta hermana? Bueno, puede que algo. Ahora con los años se me van bajando algo los humos.. :) Parece que con calma las cosas salen mucho mejor.

    Y la calma, te la da la razón Acronimada.

    Gracias chicas, por sumergirme en un aprendizaje infinito..

    :)

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