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domingo, 8 de abril de 2012

Mi dulce estrella

Dicen que todo cambio exterior es debido a que en un estrato más profundo, algo está sucediendo.

Hoy podría haberme cambiado el color de pelo o haberme comprado un bonito vestido para celebrar los pequeños cambios que siento dentro de mí. Pero haciendo eco a la simplicidad que quiero integrar en mi vida, he decidido celebrarlo a mi manera, dando rienda suelta a mi imaginación delante de photoshop.

Y la nueva imagen del presente blog es el resultado. Nuevos aires. Nuevos logros.

La creatividad está llamando a mi puerta, y cada vez golpea más fuerte. Quiere formar parte de mi vida, y hoy me he dejado seducir por ella. ¡Qué guapa vienes hoy Estrella! ¡Brillas en toda tu esencia!

Así la llamaré, mi amiga y liberadora, mi dulce Estrella..

El cambio interno suele ir a la par del cambio externo. El cambio externo se compone de las acciones que realizamos, aquello con lo que "materializamos" lo que pensamos, sentimos, soñamos..
Y a la vez, estas materializaciones van alimentando nuestra energía interior.

Así, poquito a poco, vamos ilustrando nuestros días. Porque todos somos artistas de nuestra realidad.

¿Quieres crear la tuya? Comienza dibujándola...

:)

pd: Decía Pablo Neruda en su poema "Oda a una estrella"

"Asomando a la noche
en la terraza de un rascacielos altísimo y amargo
pude tocar la bóveda nocturna
y en un acto de amor extraordinario
me apoderé de una celeste estrella.."


jueves, 11 de agosto de 2011

Causalidades de la vida

6 pm. Suena el despertador.

Hoy me levantado bien a pesar de haber trasnochado. ¡Qué curiosas las fases del sueño!

Abro el grifo de la ducha y mientras cae el agua termino de espabilarme.

Café, tostadas, y diez minutos de silencio. Mi gran tesoro matutino.

¡Anda son y media! ¡Qué rápida fui hoy! Estoy que me salgo.

Me tumbo media horita más.

Abro un ojo. ¡7.25! Nunca cambiaré. ¿O sí?

Me meto en el armario y salgo hasta con chanclas.

Llaves, móvil, libro. Listo.

No pienses que llegas tarde, o llegarás.

Vale, voy bien. Aún no está el chico de periódico.

Abro el bolso. ¿Bono metro donde estás? Juraría que te había dejado aquí hace un minuto.
¿O fue ayer?

Veo de lejos como llega el metro. ¡Corre Laura, tú llegas campeona!

Vaya, está vez lo de creérmelo no ha funcionado.

Genial. Tengo justo cuatro minutos para terminar el capítulo que ayer dejé a medias. ¿O fue antes de ayer?

Ya está aquí. Mira un asiento libre. Me la juego a tope. A esa pobre mujer le pesan los años para llegar antes que yo.

Mirada desafiante. Uy, pues de pie no se está tan mal. Total, ya sólo quedan dos minutos.

¡Llego tarde! Para Laura, otra vez estás con tus paranoias.

Hoy si lo veo le digo algo.

Me tropiezo y caigo encima suyo. ¡Qué planazo!

Igual hasta me sale natural. Definitivamente he cogido las chanclas equivocadas. Eso son las prisas.

¿Prisas? ¡Bus! ¡Trabajo! ¡Dinero! ¡Argentina! ¡Sueños! ¡Coooorre Laura dalo todo!

¿Pero qué pasa hoy? ¿Se levantaron tarde todos señores?

Sube las escaleras de 2 en 2, de 3 en 3. Vale para. 4 son demasiado.

PUUUUM. Uy, disculpe.

¡Es él! ¿O no? Solo consigo verlo de espaldas. ¡Qué trajeado vas hoy amor mío!

Se me escapa. Laura prometiste decirle algo. Da tu vida en ello.

Calvo, mal vestido, ¡déjame pasar que he de casarme!

Está girando..gira.. ¡giró!

Culpa del calvo.

Que dura he sido. En realidad el calvo no tiene la culpa. Sólo proyecto mi rabia en él.

No pasa nada Laura. Observa como el calvo flota, vuela y se aleja. Y con él, tu rabia. Relax.

¡Eeey, pero mira como flota el tio! ¡Qué guaaapo!

Sonrío porque estoy segura de que lo volveré a ver, tan segura como que hoy no llego tarde.

Sprint.224.¿Bono bus donde estás? Juraría que te dejé aquí ayer. Justo al lado del bono metro.

¿Va al barrio del aeropuerto? Gracias. Era por asegurarme, como cada mañana que le veo.

¡Sitio libre, fondo, derecha, raaaas!

Esta vez gané a la abuelita. ¡De pie se está genial señora! Yo ya lo comprobé.

Son y 54. Tengo 8 plácidos minutos para mí. Maravilloso.

Decido mirar por la ventana, antes ya leí, y dormir sería arriesgado.

1,2,3 paradas. 1,2 escalones. Queda la cuesta.

El estanco está cerrado. Buena señal. ¿O estarán de vacaciones? La gente se va de vacaciones.

Miro al fondo. Los chicos del café están fuera fumándose el cigarro.

¿Hoy no dicen nada? Pues lo digo yo. ¡Hola!

Giro y listo. Miro mi dedo. Ficho a la primera.

PIIII. Vaya. A la segunda. La tecnología a veces falla.

8.16.

Causalidades de la vida, hoy también me pasé de hora.

Pero mañana lo consigo seguro.

Tomaré un café como recompensa.

¡Buen día princesa!

:)

martes, 11 de enero de 2011

Me auto-consumo

Me enciendo un cigarrillo y comienzo a escribir.

Tiro un brik de zumo al cubo amarillo. Pronto volverá a mezclarse con el resto de residuos, en la planta de reciclado de la capital.

Desayuno cereales de avena ecológica, con leche de soja industrializada.

Entre palabra y palabra, una calada.

Me irrito porque mis padres se compran la cafetera de cápsulas tassimo, mientras me sirvo dos cucharadas de nescafé en mi taza preferida.

Reduzco mi consumo de proteínas animales. Voy a hacer la compra con mi vecina y le sugiero que compre carne.

Otra calada.

Llevo meses con unas botas desgastadas, resbalándome en cada esquina. Me voy a las rebajas y me compro una chaqueta de temporada.

Enciendo el cigarro, se me ha apagado.

Rehuyo de las llamadas entrantes de mi teléfono móvil. Le comento a mi padre las ventajas de tener una blackberry.

Día tras día no paro de pensar fórmulas de decrecimiento sostenible. Estudio marketing.

Stop. Se me apaga el cigarro. Vuelta a enchufarlo.

Me voy a correr un poco. Calzo mis nike .

Trato de comprar envases de tamaño grande cuando voy al supermercado. A media tarde echo a la máquina de vending un euro para mi cocacola cero.

Pienso en cómo serán mis hijos, en qué valores les quiero inculcar, en lo mucho que les quiero ya. Mientras su madre, que dice quererles, contribuye a que el planeta se vaya al garete.

Se acabó el cigarro.

Y me pregunto: ¿Hasta cuándo?

Y me contesto: Hasta que tenga valor.

Lástima que mientras lo encuentro otros paguen las consecuencias.