lunes, 12 de marzo de 2012

Paseo antes de dormir

Cierro los ojos y escribo. Es mi momento de reflexión diaria y soy libre. Aprovecho para leer mi cuerpo. Transcribo las sensaciones que me manda y las traduzco a palabras. Soy traductora de un mensaje cuyo sonido transmiten mis manos. Relajada voy observándome, de abajo a arriba, con calma. Parando en cada detalle, en cada sensación que produce mi cuerpo para mí.

Noto el suelo bajo mis pies descalzos, está algo frío, pero me sostiene firme y en equilibrio. Se lo agradezco. Le agradezco haberme dado la vida. Le agradezco hacerme sentir parte de él. Le agradezco seguir conectada a mis raíces a pesar de los años, a pesar de los cambios.

Tras los agradecimientos. Pego un saltito y continúo mi ascenso.

Subo por mis piernas y llego hasta mis ovarios. Son momentos de pérdida y reflexión, aún así, me he sorprendido creativa y feliz como mujer. También les doy las gracias porque ha sido trabajo conjunto.

Subo un poquito más hacia la boca del estómago, parece que esta noche no está tan revuelto como de costumbre. Hoy he conseguido digerir mis emociones y he evitado el estrés. A pesar de las situaciones vividas me he mantenido serena. Pero me recuerda que esto no sucede a diario y que debo tenerlo presente.

Me lo anoto.

Sigo ascendiendo un poco más y rozo mi corazón, está abierto, pero sensible. Late con fuerza, pero algo ansioso. Parece que estos días cualquier cosa le inquieta, le hace vibrar, le llena de vida, y a la vez, se la quita. Le pido paciencia, y me la concede con una condición, que yo también la tenga.

Otra anotación más.

Escalo un poquito más arriba y consigo acercarme a mi garganta. Vaya ¿qué te ocurre garganta? ¡Tienes muy mal aspecto! ¿Acaso tienes algo que decir y no te sale la voz? Yo que creía que eras la mejor oradora de todas y me encuentro con esto. Vaya. Habrá que sacarte al escenario más a menudo. La exposición es parte de la solución.

Tercer punto importante. Este lo subrayo.

Camino hacia mi cabeza, uuuuy cabeza ya vale por hoy, hoy no me quedo mucho tiempo contigo para que no trabajes más. Si sigo así al final vas a enfermar y te necesito sana, durante mucho tiempo. Descansa preciosa.

Llegué al entrecejo. A ti da gusto verte. ¡Qué intuitivo! ¡Qué visionario! ¡Qué curioso! ¡Qué capacidad imaginativa! Me gustas mucho. Sigue así. Ojalá el resto puedan llegar a estar tan saludables como tú. Utilizaré tus fortalezas para conseguirlo.

Apunto esto. El refuerzo positivo es también importante llevarlo escrito.

Última parada. Pego un salto y me encuentro fuera de mi cuerpo. Vaya, pues aquí no se está tan mal. ¡Chic@s se os ve geniales desde aquí! ¡De verdad, que no es para tanto! Me sorprende tanta claridad. Es como si me observara desde la óptica de una amiga y pudiera ver agrandadas todas mis virtudes. Pero mira cuantos caminos. Mira cuantas cosas eres capaz de hacer. Observa también la belleza de lo que te rodea. Síguela, ella te guiará.

Esto también va directo a mi libreta.

Fin del trayecto. Gracias chacras. Ya tengo información suficiente para mañana.

¡Buenas noches!

:)

No hay comentarios:

Publicar un comentario